
El pasado día 30 de enero, el C.E.I.P. bilingüe Hernán Cortés de Madrid, celebró el Día de la Paz con un emotivo acto en el que en círculos concéntricos, todo el alumnado y profesorado, nos dimos la mano y nos unimos un poquito más.
El acto consistió en la lectura de los compromisos de paz que cada curso había acordado en asamblea, y que quedaron reflejados en un tablón que presencia y custodia la entrada de nuestro centro, como símbolo de nuestro sentir común.
Aquel día también cantamos y bailamos, y reimos y aplaudimos...
Ese fue un día hermoso, pero lo más hermoso de nuestro centro es, que es un ejemplo vivo de homenaje diario y constante a la Paz.
En nuestro centro convivimos sin conflictos, muy diversas culturas de los cinco continentes.
En nuestro centro, nuestra vista disfruta de todos las posibles formas y colores de pelo, de piel, de ojos...
En nuestro centro no se distinguen religiones, ni ideologías, porque al mirar un día cualquiera de patio, solo vemos juegos, carreras y risas, también alguna caída que otra, y quizá un posible empujón..., nada que no pueda resolverse con la hermosa palabra "perdón".
Con orgullo podemos decir que nosostros y nosotras somos un homenaje vivo de paz, somos la demostración de que queremos y podemos convivir en armonía.
Invitamos a todo el que quiera, a comprobar como la paz, la tolerancia y la convivencia entre pueblos es posible, es real, invitamos a los políticos, a los adinerados, a los influyentes a venir al Hernán Cortés y a comprobar que cuando se quiere, aunando esfuerzos...se puede.
Un abrazo de todas y para todas las personas capaces de convivir en justicia, en diálogo, y en PAZ.
UNA DE ADVERBIOS
15/1/2008
Lee este artículo y haz las actividades que te proponen en el enlace de los adverbios.

Dando vueltas por los blogs que se dedican a temas educativos, encontré, la otra tarde, "El tinglado". Este blog se denomina a si mismo como blog de aula, y a fe que lo es. Un repertorio de actividades que sus autores colocan en Internet, para que todos las podamos usar. Gracias y ¡Enhorabuena!.
Dice Alex Grijelmo, en su libro "Gramática Descomplicada", que el verbo es la locomotora del idioma, y el adverbio describe la clase y el color de la locomotora.
Leonor Quintana, en su blog del Tinglado, nos presenta ese ejercicio para trabajar con adverbios.
!Seguro que pasais un buen rato!

A mediados de Octubre en el Colegio Marina de Cudeyo de Cantabria, desarrollamos unas jornadas entorno a la “Pobreza Cero” en las que reflexionamos y aprendimos sobre la pésima distribución de los bienes en el planeta: cómo un 80% de la población tienen que subsistir con el 20% de los recursos , y al contrario, un 20% de la humanidad vivimos en la abundancia con un 80% de los bienes.
A continuación decidimos llevar a cabo una campaña de recogida de juguetes que nos sobran, con los que ya no jugamos, o no hemos jugado nunca y se encuentran en muy buen estado. La respuesta de nuestros alumnos y de sus familias ha sido estupenda, a lo largo del mes de Noviembre hemos visto como la montaña de juguetes que había en el hall del colegio iba creciendo. Cruz Roja se ha encargado de recogerlos para que los Reyes Magos puedan dar a esos juguetes una segunda oportunidad.
La parte más importante de esta actividad que nos concierne como educadores es invitar a nuestros alumnos y alumnas a que sean comedidos en sus peticiones navideñas, al mismo tiempo tratar de que las familias colaboren en este sentido evitando los excesos.
Desde Rubayo os animamos a todos los coles de Atrapasueños a que hagáis extensible esta idea entre vuestra comunidad educativa.
Aprovechamos la ocasión para desearos a todos unas “felices y moderadas fiestas navideñas”.
Mercedes Calleja Diez.- Directora del C.P. Marina de Cudeyo
Piénsalo:
La afición a la lectura
“Un libro es un jardín que se lleva en el bolsillo…” (proverbio árabe)
Si tus padres tienen una pequeña biblioteca en casa, ya sabrás que cada libro es un mundo en el que pasan muchas cosas. Cuando abrimos un libro viajamos a lugares tan lejanos como Australia, el Polo Norte, ¡o incluso la luna!
Participamos en historias que nos dan miedo, que nos hacen reír o llorar. ¡Y todo eso sin movernos del sillón!
Muchos niños y niñas se inician en la lectura mediante los cómics. Los hay geniales, como “Las aventuras de Tintín”, pero un libro te ofrece muchas más posibilidades de aventura.
¿Por qué es divertido leer? Además de aprender nuevas palabras, un libro es mucho más emocionante que una película o un videojuego porque tú pones la otra mitad.
¿Qué quiere decir eso? Significa que el autor crea la historia, el guión de la película, y tú pones todo lo demás:
Imaginas los personajes, los escenarios, cada pequeño detalle…
Al leer además de ser el actor protagonista, te conviertes en director de cine.
Si lees muchos libros, tal vez algún día quieras escribir, convertirte en guionista para que los demás pongan la otra mitad. ¿No sería genial? Qué tal empezar por escribir tu diario.
El cofre del tesoro
Puedes utilizar una caja de madera o de cartón para guardar en ella tus libros favoritos. Será tu cofre del tesoro, que ocultarás en tu habitación para cuando necesites tu ración de aventuras o, simplemente, quieras viajar sin moverte del sillón. ¡Solo tú debes conocer el escondite de tus libros mágicos!
La vaca Garbó
El tío Andrés tiene dos vacas, una se llama Garbosa y la otra Dorada. Son dos vacas amigas que pastan apaciblemente por las praderas del valle. Entre ellas se llaman Garbó y Dorá, es una manía que tienen las vacas andaluzas, les gusta acortarse los nombres quitándoles algunas letras, normalmente de la parte final de la palabra.
A Garbosa le parece mucho más romántico el nombre de Garbó, piensa que es un nombre más de gran estrella de cine, ella siempre sueña con ser una gran actriz.
Antes la vida de las vacas en el valle de Tíjola era mucho más sacrificada, tenían que realizar duros trabajos: que si tirar de carretas, que si arar los campos…, siempre con el incómodo yugo sobre sus cabezas y cuellos formando yunta.
Ahora Garbó y Dorá se limitan a corretear por los pastizales y hacer de cuando en cuando alguna travesura, al atardecer Manolo “El Violín” las lleva hasta el establo (otra costumbre del valle es poner un sobrenombre a las personas, casi todos lo tienen, Manolo tiene de sobrenombre “El Violín” porque su abuelo tocaba dicho instrumento en los bailes que se formaban en los cortijos).
Después de recogerlas y llevarlas al establo, Manolo procede al ordeño, se sienta en una banqueta de madera y agarra fuerte las ubres con sus manos, debajo coloca un cubo metálico donde cae la leche. Después de ordeñarlas siempre le gusta coger el cubo con ambas manos y darse un trago de cálida leche recién sacada de las tetas de las vacas, chorreándole parte del blanco líquido por las comisuras de su boca.
Una fría mañana de otoño Garbó decidió desviar su ruta de entre los pastizales para adentrarse en el huerto de Antonia “La Paquetilla”, quería probar algún exquisito bocado de los productos que crecían en el huerto.
Pasó sobre el sembrado de patatas y llegó hasta unas matas de las que colgaban unas hortalizas de color rojo intenso que le llamaron la atención, decidió probar aquel exótico manjar y abrió todo lo que pudo su enorme boca de tal forma que metió en ella toda una mata llena de pequeños pimientos rojos.
Al poco notó que le quemaba la garganta, era como si tragase fuego, los ojos se le abrieron como dos enormes platos y comenzaron a caer unos tremendos lagrimones, su blanca cara empezó a tornarse de color rojo intenso, se había tragado una mata repleta de pimientos picantes.
Corrió desesperadamente con la lengua fuera, sus enormes ubres se balanceaban de un lado a otro lo que causaba que su carrera se hiciese más torpe, al rato por fin llegó hasta el manantial que baja desde la fuente de las Adelfas con agua fresca y cristalina, metió toda su cabeza en una enorme charca.
Dorá se acercó al verla llegar corriendo y le preguntó: ¿qué te ha pasado Garbó? –nada, nada, me atraganté con una espina que había entre unas ricas matas del huerto de María “La Paquetilla”, están buenísimas, si quieres puedes ir tú a probarlas, yo subiré a la acequia de las Ventanas a comer berros frescos, me siento un poco empachada de tanto como he comido.