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La Puerta de Alcal� es uno de los monumentos m�s significativos de Madrid, junto a la cercana fuente de Cibeles. Fue mandada construir por el rey CarlosIII y es obra del arquitecto Francesco Sabatini.

Se halla en la Plaza de la Independencia, en el cruce de las calles de Alcal�, Alfonso XII, Serrano y Salustiano Olozaga y junto a la puerta de Espa�a, entrada principal a los jardines del Retiro.

Al igual que la calle en que se halla, la Puerta recibe su nombre por estar en el camino que conduc�a a la localidad de Alcal� de Henares.

Con anterioridad a la actual, ya existi� otra puerta de Alcal�. Estaba construida en ladrillo y se ubicaba algo m�s al oeste, a la altura de la actual calle Alfonso XII. Fue construida en 1599 con motivo de la llegada a la ciudad de Margarita de Austria, esposa del rey FelipeIII.

La puerta ten�a un arco central y dos laterales m�s peque�os, sobre el central hab�a otra peque�a arcada, en la que se ubicaba una estatua de piedra de Nuestra Se�ora de las Mercedes.

Sobre los arcos laterales hab�a sendas estatuas de S. Pedro Nolasco y de la beata Marina de Jes�s.

Fue derribada en 1764 al ampliarse la calle de Alcal� con terrenos tomados a lo que actualmente es el parque del Retiro, entonces pertenecientes al palacio del Buen Retiro.

Yosra Ben-Mesond 6� A

 C.E.I.P. Hern�n Cort�s

Madrid

En Fusti�ana hay m�s fiestas, como la de los Santos Justo y Pastor que son del cinco al doce de Agosto, tambi�n est�n las fiestas de la juventud que suelen ser en Junio.

Las fiestas de la Virgen de la Pe�a se llevan celebrando desde hace muchos a�os y nadie recuerda con exactitud la antig�edad de esta costumbre. Las fiestas de la Cofrad�a de la Virgen de la Pe�a hab�an pasado al pueblo cuando los regidores de la Villa pasaron a la patrona para honrarla con el mayor respeto.

En las fiestas de la Virgen de la Pe�a, existe la tradici�n de nombrar un mayordomo o una mayordoma. Este t�tulo recae cada a�o en una familia que se encarga de repartir ochocientos cincuenta Kilos de nueces y unos novecientos litros de vino, que se reparten a toda la gente del pueblo y a los forasteros que nos visitan.

El d�a diecisiete, a las doce del mediod�a, empiezan las fiestas. Sale el encargado de los actos a dar un peque�o preg�n y lanzan el cohete anunciando el comienzo de las fiestas y lanzaron chucher�as del balc�n del Ayuntamiento, y despu�s la charanga hace un peque�o recorrido por el pueblo hasta llegar a la casa de la mayordoma que en este a�o es Mar�a Carmen ��iguez. Aqu� tambi�n nos lanzaron chucher�as, nueces y balones para los ni�os.

Ese mismo d�a por la noche tiraron nueces desde el balc�n del Ayuntamiento, tanto la familia como la Corporaci�n del Ayuntamiento.

El d�a dieciocho por la ma�ana, cerca de las ocho de la ma�ana, fueron los auroros a cantarle a la mayordoma, y a las once, la banda municipal fue para acompa�arla hasta la iglesia, donde se celebr� una misa en honor a la Virgen de la Pe�a y se hizo una procesi�n por las calles del pueblo, llevando la familia a hombros a la Virgen. Por la noche se volvieron a tirar nueces y se reparti� vino.

El d�a diecinueve, fue el d�a de los ranchos, que la gente del pueblo se junta en la plaza del ayuntamiento para hacer sus calderetes, y el ayuntamiento y la familia de la depositaria repart�a el aceite, las patatas, cebollas, y los conejos. Tambi�n repartieron para terminar, caf�s, copas y puros.

El d�a veinte, se hizo una garbanzada y para los ni�os que ten�an el ticket se les reparti� bocadillos y como no hizo un buen d�a se hizieron los garbanzos en la plaza pero se reparti� la comida en el polideportivo municipal.

El mismo d�a por la noche  fueron los auroros a la residencia de Fusti�ana a cantarles a los abuelos.

El tiempo estuvo con bastante fr�o pero hubo  m�s gente que el a�o pasado, en los ranchos estuvieron m�s de cien personas.

Por Tamara San Lesmes, de 6� de Primaria. Colegio P�blico Santos Justo y Pastor. Fusti�ana.

El nombre de Castilla-La Mancha proviene del hecho que  la mayor parte de su territorio se corresponde con la  comarca de La Mancha, espacio reconquistado por el reino de Castilla a los musulmanes durante los siglos XI, XII y XIII. El top�nimo Mancha deriva de la lengua �rabe que denomin� a esta gran llanura de la regi�n como al-Manchara (tierra llana). Por su extensi�n, 79.230 km2, ocupa el tercer lugar entre las diecisiete comunidades aut�nomas espa�olas. En esta regi�n se asienta nuestro pueblo y con ella est� ligada nuestra historia.
Del origen de Madridejos circulan varias versiones. Una de ellas data de la �poca de Felipe II.  Cuando este rey quiso ilustrar la geograf�a general de Espa�a, mand� que en su nombre fuese interrogada la nobleza de cada lugar.  Los documentos se guardan en el Escorial. En el tomo III, folio 42, se trata de Madridejos, de la que dicen sus vecinos: "Tuvo principio su poblaci�n de unas casas y paxares y  terrazgos que  ten�an en este sitio varios vecinos de Madrid, y enterados por �stos, ciertos personajes enfermos, de lo saludable que hab�an experimentado era este suelo, determinaron dexar la Corte y venirse a establecer por alg�n tiempo, y como en �l recobrasen enteramente su salud perdida, profer�an con alegres voces:  Madrid-dexoos, juntando  y abreviando estas s�labas, sus moradores adoptaron el nombre de  Madridejos. Hasta aqu� la etimolog�a seg�n el compendio geogr�fico mandado hacer por Felipe II.
Otra versi�n se toma de una vieja leyenda: Hace muchos a�os exist�a una villa romana de la familia de Marco Arnubio. Acusado �ste de cristiano, fue llevado a Toletum de donde no volvi� jam�s. La familia qued� formada por la viuda de  Marco,  Felicia; por una ni�a peque�a y su hermano mayor, Marco Niquerio Arnobio que etudiaba en Roma.  Enterado de la muerte de su padre, regres� y para vengarse de los romanos arm� a sus esclavos y  se apoder� de Consaburo,  ciudad peque�a y casi desguarnecida, y de su acr�polis.  Pasado un tiempo varias cohortes de la Legi�n romana se aproximaban a la ciudad. Niquerio y los suyos, sin posibilidades de competir con sus enemigos, huyeron. Su madre se neg� a abandonar su villa.  La madre de Niquerio muri�. Desde aquel momento, �ste, quiso que  aquella  finca se llamara  Matritellus:  tellus  (tierra) consagrada a la madre (matri). Despu�s de enterrar a su madre, Niquerio volvi� con sus tropas,  pero est�s hab�an sido masacradas y los  prisioneros hechos esclavos por la Legi�n romana. Desde entonces el lugar de la sierra donde fueron vencidos se llam� Platea mancipiorum (Plaza de los esclavos), que con el tiempo lleg� a pronunciarse Plaza de Manciporra. El nombre de Matritellus puesto por Marco Niquerio Arnobio a la villa se conserv� siempre en la memoria y el coraz�n de todos. Hasta aqu� esta leyenda o historia que he o�do circular.
La versi�n que parece ser la m�s aceptada es la de su origen romano: Matritellus.  En una moneda del siglo II  de nuestra era encontrada en este t�rmino aparece la palabra  MATRE  seguida de  otras l etras  ilegibles,en el dorso aparece una figura con tocado femenino que corresponde a una matrona, posiblemente due�a de una importante villa y con poder de acu�aci�n monetaria. M�s tarde la versi�n "Tierra de la Madre" se arabiz� con el diminutivo de "Margerit".
De todas formas, son pocos los datos hist�ricos que  he  podido encontrar sobre Madridejos. Su suelo est� enclavado en la regi�n que se conoc�a con el nombre de Carpetania. Quedan restos del Cerro Carpetano de Tirez (encomienda despu�s bajo la Orden de San  Juan);  el Calaminar; las Esperillas, con muestras del poblado y necr�polis.
Madridejos, como ente poblado, nace el 1 de enero de 1238,como se puede comprobar en su Carta Puebla. Pero la zona donde est� enclavado estuvo poblada desde muchos siglos antes.
Quedan restos del Cerro Carpetano  de Tirez  (Encomienda, luego, bajo la Orden de San  Juan),  el Calaminar, cercanos ambos sitios. Las Esperillas,  con muestras de su poblado y necr�polis.
De �poca romana, ha aparecido cer�mica, molinos de  trigo manuales, fustes de columnas, estelas, en los Villares de la  Ventilla, de la Cabeza del Conde, el de Valdezarza, pero el m�s extenso fue el de Vilar del Tobosillo, por el cual pasaba el Camino real de Andaluc�a.  En este  �ltimo aparecieron hace unos a�os una serie de  �nforas en perfecto estado de conservaci�n.
 
Bajo la dominaci�n de los godos parece que exist�an sencillas edificaciones diseminadas por la  Vega y el Prado, terrenos que pertenec�an al Conde D. Juli�n. En el Diccionario Geogr�fico- Estad�stico-Hist�rico de Espa�a y sus posesiones de Ultramar de Pascual Mendoza, tomo XI, p�gina 8, se habla de la  tradici�n del pa�s de que en el primer morr�n de la sierra de los Morrones, entre la Calderina y las  Guadalerzas, se  reuni� el Conde Don Juli�n para tratar de la p�rdida de Espa�a al final del periodo visigodo. Cont�ndose como tradici�n que la cabeza de  este  traidor fue expuesta en el cerro, desde entonces conocido por  "Cabeza del Conde", de 764 metros de altura, desde donde fue trasladado al Calder�n.
En el periodo �rabe aparece lo que ser�a el embri�n  de la actual poblaci�n  donde gentes procedentes de Consuegra construyen varias alquer�as, en donde, posteriormente, se edific� la ermita de Santiago y hacia el llamado Cerro Santo, dedic�ndose a la agricultura, principalmente, en la vega. De este �ltimo periodo,  parece ser, procede  el nombre actual de  la villa.
Toledo es conquistado por Alfonso VI en 1085. Una vez conquistado el castillo de Consuegra por Alfonso VII,  hace donaci�n  de dicho castillo con su territorio a su servidor,  Rodrigo Rodr�guez, en el  a�o 1150. Despu�s volver�a a poder de los moros.
El 8 de  Agosto de 1183, en Palencia, es cuando el rey Alfonso VIII, juntamente con la reina  Leonor, hace carta de donaci�n del mencionado castillo con el terreno que  conservaba de su antiguo alfoz, as� como aldeas y despoblados a la orden del Hospital de San Juan de Jerusal�n.
Una vez conquistada Calatrava y retirada la l�nea fronteriza m�s hacia el sur,  es cuando la orden comienza la repoblaci�n de su tierra con gentes de los reinos de Le�n y de Asturias.  D�ndole la Carta de Poblaci�n y el Fuero de Consuegra  a todos los que poblaren o repoblaren lugares nuevos o ya existentes.
As� nace el 1 de enero de 1238 el actual poblado, partieron las tierras entre 50 pobladores o colonos. Fueron estos pobladores los que hicieron el voto de comer trigo  cocido todos los d�as 1 de enero, en  memoria de la comida del d�a del repartimiento.
El lugar designado para  establecer  las viviendas con sus correspondientes huertos fue en rededor de una  antigua avanzada o atalaya que guardaba el paso del r�o, junto a este Torre�n se�alaron la plaza, as� como el solar de la iglesia.
En 1283 est� construido el palacio de la Orden por el Prior Don Fray Fern�n P�rez Morejo. La Parroquia de Santa Mar�a se concluye en 1300, siendo dedicada a la Asunci�n de Nuestra Se�ora, reinaba  por entonces el rey Fernando III.
Junto a la Atalaya, se edifica la Casa del Concejo, el P�sito, la C�rcel y la Casa de Tercia en la que se cobraba el tributo,  adem�s de un Hospital, edificios que a la Orden como poder administrativo, les ser�n necesarios. Se cierra la poblaci�n con una cerca de muralla o tapia de tierra, la cual durar�a en parte hasta la Guerra de Comunidades.
En 1521,  debido al crecimiento del pueblos e empez� a edificar una nueva parroquia a la que se le pondr�a el nombre del  "El Salvador",  y cuyas obras  finalizar�an en 1575.  La poblaci�n sigue creciendo deprisa, situ�ndose en vecinos a la cabeza del Priorato, pues el  28 de  enero  de 1576  cuenta con  1663 vecinos,  alcanzando al final del siglo  XVIII los 2.300 habitantes.
El 6 de enero de 1557, y en Valladolid, a cambio  de 154.000 reales, como contribuci�n a la Corona, por la princesa de Portugal,  gobernadora del reino, en ausencia del rey, Felipe II, se le concede la  ejecutoria de Villazgo (t�tulo de Muy Leal Villa), tomando  por escudo de armas  el que nos ha llegado a  nosotros: abrazado por una cruz  de San  Juan, consta de un moral sobre fondo azul y una atalaya en campo rojo.
Tambi�n se levant� el  Rollo Jurisdiccional el 12 de mayo del mismo a�o. Todo esto se consigui�, despu�s de interminables pleitos con la Orden y el Concejo de Consuegra, seg�n lo acreditan los documentos existentes en el archivo de la Real Canciller�a de Granada.
En 1.565 a 1557 se descubrieron una serie de minas de plomo y  cobre en los parajes del  "Silillo" y la  "Carbonera",  camino de Valdezarza y cerca del camino que va a Toledo desde   la "Fuente del Fresno". hoy en d�a ya no est�n en explotaci�n.
Durante el siglo  XVII,  se edifican los mejores edificios religiosos y civiles, se alinean las calles y se adecentan.  El 6 de  febrero de 1656, seg�n acta del Consejo, presidido por Diego V�zquez de Neyra, se manda cerrar la plaza p�blica con corredores, para que sirvan para ver la fiesta de toros.
La poblaci�n llega a contar con  la mayor feria de  ganado de la comarca, seg�n consta en el libro de la Real Hacienda de la  Feria de Madridejos del 13 de septiembre  de 1796, donde se presentaron  a vender 1179 caballer�as. Junto con la agricultura y la ganader�a, se fue desarrollando la industria del tejido, llegando en 1719 a tener 89 telares que tej�an 1.000 varas diarias, y que se  incrementar�a en 1803 y 1804,  funcionando esos a�os 100 telares. La calidad de los tejidos era elevada superando a las m�s importantes f�bricas del pa�s, y teniendo amplio mercado especialmente hac�a Andaluc�a.
Durante la Guerra de la Independencia, el  pueblo  estuvo ocupado por un regimiento franc�s, al mando del general Ligier-Belair, dedic�ndose algunos vecinos a la guerrilla, junto con gente de  Camu�as y los pueblos del contorno.
Entrados en la centuria de 1800 se ver� el pueblo envuelto en todas las vicisitudes a  las que  se vio  sometida la naci�n.  Se dividir� la sociedad entre liberales y conservadores incluidos algunos carlistas. Se  estableci� en �sta un cuerpo del  ej�rcito  con un comandante a  la cabeza  dependiendo del jefe pol�tico de Alc�zar de San Juan. El a�o  1855, fue uno de los peores que  tuvo que afrontar la poblaci�n, pues la epidemia del c�lera se agrav� de tal manera que  fallecieron en el mes  de julio hasta 20 personas. La situaci�n fue tal, que tuvo que desplazarse desde Toledo el secretario del Gobernador:  El se�or Carranza el d�a 15 de  agosto, para tomar las medidas oportunas a fin de aplacar las  revueltas, sucesos que fueron reflejados por los peri�dicos madrile�os "Las  Cortes", "La Iberia" y "La Gaceta de Madrid" el d�a 31 de agosto.
Amediados de la referida centuria se crea el partido judicial, siendo la cabeza de �l Madridejos, estableciendo las correspondientes oficinas para su  administraci�n.  En esos a�os se  traslada el Ayuntamiento y la plaza p�blica al solar y edificio del desamortizado convento de  San  Jacinto (Dominicos). Posteriormente se construye en un lado de la plaza lo que es el edificio del Ayuntamiento actual, para que sirviera de  cuartel de la Guardia Civil, la cual estaba en un edificio de  alquiler en la calle Oliva, 4.A finales de ese siglo, una sociedad, constituida con siete personas, edifica la plaza de toros, as� como la f�brica de la luz, en la calle del Romero, llamada la  "Popular  El�ctrica" y cuyas calderas de vapor mov�an las dinamos que surt�an de electricidad a la poblaci�n. En el a�o 1900, aparece una compa��a nacional, que es la que surte, a partir de entonces, el fluido,  regalando a cambio las farolas de la plaza, que fueron fundidas en Alicante.
El abastecimiento de agua preocup� a la poblaci�n desde un principio.  La poblaci�n se abastec�a del  manantial natural que exist�a donde m�s tarde se ubic� la fuente del Cristo, y de algunos pozos de las  inmediaciones del Arroyuelo y del  arroyo de Valdespino. A medida que fue creciendo la poblaci�n, la necesidad fue en aumento, no solucion�ndose el problema hasta los �ltimos a�os de la d�cada de los 20, siendo  alcalde Maximino Garc�a. Es cuando Manuel �lvarez-Ugena hizo un proyecto de captaci�n en las  Terradas y la conducci�n con tubo de hierro y el dep�sito que todav�a  existe,  dejando en  segundo  plano las antiguas captaciones del pozo del Agua Buena y Joach�n, por este motivo se instal� la fuente de la Plaza.
M�s  tarde el  pueblo  se ver� sometido, como  la mitad de la centuria anterior, a  todos los vaivenes pol�ticos y sociales del pa�s.  En los a�os 50 empez� el crecimiento econ�mico, pavimentando calles, instalando fuentes, alcantarillado y alumbrado, mejora de viviendas, etc., y actualmente es un pueblo pr�spero debido  a la actividad de sus vecinos y en gran parte a aquellos  que  todos los d�as  se desplazan a otros pueblos y ciudades (Madrid,  Toledo, etc.)  a trabajar,  principalmente en la construcci�n